Pausa. Rebobina. Play. Y así continuamente. Y es que, a veces, llegamos a un punto en el que no sabemos si retroceder o avanzar, no sabemos, o no podemos. El hecho es que ahí nos paramos. A veces nos estancamos en un recuerdo, porque queremos, ya que la realidad en la que vivimos en ese momento no es tan maravillosa como la de dicho recuerdo. Sea por lo que sea, estancarse no está bien. Todas las mañanas te levantas, cumples con tu rutina, y eso cansa. Recuerdas el pasado, o anelas un futuro mejor. Pero las máquinas del tiempo no existen. Solo tú eres el dueño de tu sino. Pero nunca nos damos cuenta de eso, esperamos que algo nos dirija, ¿el viento? ¿el tiempo? Estancamiento. Llega alguien a nuestra vida y pensamos que con esa persona todo irá como la seda, play para siempre. Error. Estancamiento. Si tú no mueves tus fichas de la ajedrez, perderás, y dejarás de ser Rey o Reina. Y sé que a nadie le gustaría ser un plebeyo de su propio destino, ¿verdad?
¿Tienes sueños? Ve a por ellos. No tienen que aprobarlos ni tus padres ni nadie, solo tú. Si es lo que quieres, y lo que crees que te hará feliz, a por ello. ¿Que te equivocas? ¡Que les jodan! Todos cometemos errores, es lo que nos hace los seres más perfectos.
Al fin y al cabo, todo gira en torno a uno mismo. Parate. Respira. Escucha lo que dicen. ¿Quién? Querido, toca hacer un pulso cabeza corazón.
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