Todo llega, todo pasa, todo termina. Esa es otra gran verdad de la vida, y hay que aceptarla. Todo llega. Personas, sentimientos, momentos, alegrías, penas, dolor, risas, lloros. Tal vez duren semanas, días, segundos, años, pero llegan, y entran en tu vida. Todo pasa. Todas esas pequeñas fracciones de segundo se quedan sin saber cuanto tiempo, y hacen su momento. Te hacen vivir, o morir, y entonces...Todo termina. Desaparecen, se esfuman, vuelan hasta ser invisibles. A veces te liberan, otras se llevan un pedazo de ti. Pero es así, se van, como todo y todos.
Aunque hay verdades de la vida que pueden ser alteradas, alguien las altera, por un sentimiento, un momento, una duda, algo pendiente. Y eso puede convertirse en otra cosa...
Todo llega, todo pasa, todo termina, todo vuelve.